Las mujeres embarazadas tienen que mantener ciertos cuidados en la piel, y uno de ellos les lleva a no someterse a la depilación láser. Este tipo de depilación está totalmente desaconsejada en la etapa de gestación.
Es la propia OMS, Organización Mundial de la Salud, la que advierte de las posibles reacciones en la piel que puede tener este método de depilación. Las consecuencias sobre la salud de las mujeres embarazadas pueden alterar su estado físico.
¿Por qué no se debe usar la depilación láser en embarazadas?
El bebé que está siendo gestado no sufre de manera directa con este tipo de depilación, pues el láser apenas penetra unos cinco milímetros en la piel. No obstante, sí hay consecuencias en forma de efectos secundarios como eritema en la zona depilada, que aumenta la sensibilidad de la piel afectada; y dolor en la zona tratada que acaba causando estrés y transmitiendo esas sensaciones al feto.
Por otra parte, durante la etapa de gestación se segregan numerosas progesteronas y esto puede aumentar la cantidad de vello. Eso hace que la depilación láser no sea una técnica tan efectiva. El fenómeno de crecimiento anormal del vello se denomina hirsutismo.
Un último factor a tener en cuenta es que la exposición a la luz del láser provoca reacciones cutáneas irregulares que están muy vinculadas a los cambios en los niveles hormonales. Por ello resulta muy difícil saber cómo va a reaccionar la piel ante este método de depilación.
¿Cuáles son los métodos de depilación recomendados?
En cao de estar embarazada o tener sospechas de ello hay que acudir a técnicas alternativas de depilación, como las cremas, el afeitado o el rasurado. Sucede igual durante el periodo de lactancia.
Una vez se ha dado a luz y el bebé ya no se alimenta de la leche materna es cuando se puede volver a la depilación láser. No obstante, durante la lactancia sí se puede hacer una excepción, y es en aquellas zonas que estén alejadas de las mamas. Así, hay que evitar el láser en el pecho o en las axilas, pero sí se puede hacer en las piernas o las ingles.
La depilación láser y el embarazo no son compatibles, ya que durante los meses de gestación el organismo reacciona de manera muy distinta y poco controlable. Los tejidos que rodean a los folículos también pueden verse afectados por la subida de temperatura que provoca el láser y esto impulsar una alteración hormonal inadecuada.