La silla del bebé es un artículo imprescindible. Si tienes presupuesto limitado puedes evitar la compra de algún otro artículo u optar por el mercado de segunda mano, pero eso no es posible con las sillas de bebé: además de ser una silla una homologada, debe ofrecerte garantías. En la mayoría de los casos, por lo tanto, se tratará de una silla nueva.
Cuanto más largo sea el viaje, más expuesto estarán tanto el bebé como su familia. El riesgo de accidente nunca es igual a cero, ni siquiera cuando el trayecto es muy corto. Por lo tanto, hay que contar con dispositivos de retención infantil que sean seguros.
Lo que vas a ver en esta entrada
ToggleAnte todo, seguridad
Actualmente conviven las normativas i-Size y R44, como se las conoce popularmente. Cualquier silla de coche de bebé debe estar homologada bajo una de estas dos, así que comprueba la etiqueta antes de comprar.
La silla debe ir bien anclada al vehículo, al igual que el niño debe ir bien sujeto a la silla. Se considera que el sistema de anclaje más seguro a día de hoy es isofix, pues además facilita mucho la instalación por sus indicadores visuales y clics. Si tu coche es compatible, te recomendamos la silla de coche para bebé con isofix.
Por otro lado, recuerda que según los expertos es recomendable llevar al niño a contramarcha hasta los 4 años. Busca una silla que se pueda llevar en esa posición, y mejor aún si se puede instalar en las dos. Si además tiene protección extra contra impactos laterales o ha pasado el Test Plus de seguridad, mejor.
La comodidad es imprescindible
Seguridad y comodidad son conceptos estrechamente relacionados. Si la silla es cómoda, el bebé irá bien colocado y estará seguro en caso de impacto.
Hay muchos parámetros que determinan la comodidad de una silla, pero el principal es que sea la adecuada (la normativa obliga a ello). La R44 divide a las sillas por grupos, mientras que i-Size simplifica y lo hace por altura. Cada marca decide qué rango de uso cubren sus modelos.
Por ejemplo, una silla isofix 1, 2 y 3 cubrirá un rango amplio de uso, pues abarca desde los 9 a los 36 kilos aproximadamente acogiéndose a R44. Si eliges una silla que se adapte a i-Size, debes comprobar el mínimo y máximo de altura.
¿Qué otros parámetros puedes tener en cuenta? El material en el que esté hecha, si tiene accesorios como el cojín reductor, las posiciones de reclinación o el ajuste en altura del cabecero.
Facilidad de uso
Lo que más va a determinar la facilidad de uso es la instalación, e insistimos en que isofix es el mejor sistema a día de hoy.
Hay otros parámetros que facilitan el uso cotidiano, por ejemplo, que la silla se pueda rotar 360º. Te resultará fácil orientarla hacia a ti para colocar al bebé antes de emprender la marcha.
En resumen, las mejores sillas de bebés para trayectos largos son las que garantizan la seguridad del pequeño, su comodidad y la facilidad de uso. Se trata de minimizar los efectos de un posible impacto y de evitar que aparezca la fatiga.