Los bebés tienen más dificultades para regular su temperatura corporal, pues su capacidad de producir calor es limitada y también pierden mucha temperatura interna debido al bajo nivel de grasa aún presente en su piel.
Esto obliga a no abrigarlos demasiado en invierno, pues las glándulas sudoríparas todavía no funcionan de manera óptima, y si están excesivamente tapados les puede subir la fiebre y deshidratarse. Con esta información de utilidad, ¿cómo puedes saber si tu bebé pasa frío?
Las manos y los pies, que son zonas alejadas del corazón, no son buenos indicadores de su temperatura corporal, es mejor tocar las piernas, los brazos, el cuello o la nuca, ya que la circulación sanguínea aún no está desarrollada al completo.
Otra recomendación es comprobar sus mofletes, pues si están muy rosados es señal de que pasan calor. La situación contraria, el frío, puede llegar a ser muy peligrosa, hasta el punto de sufrir hipotermia, lo que supone una gran amenaza.
Si tu bebé siente molestias sin razón aparente, es probable que tenga frío, pues esta sensación alejada de otros síntomas indica que no alcanza el confort térmico suficiente. En esos casos, prueba a ponerle calcetines o una ropa más abrigada.
Incluso en los meses más fríos del año es conveniente vigilar la temperatura del bebé con un termómetro, y en los meses más fríos, no pasar mucho tiempo en situaciones de baja temperatura. Los pediatras señalan que la temperatura ideal en espacios interiores es de entre 22 y 26 grados centígrados.
Con respecto a la ropa, las prendas de algodón son la mejor elección, pues es transpirable y tampona los cambios de temperatura. Los padres deben tocar y sentir a su hijo para asegurarse de que no pase frío ni calor.
Las prendas a usar no pueden ser muy gruesas, es mejor utilizar capas ligeras y finas. La tradición popular dicta que los bebés llevan siempre una capa más que los adultos, pero sin que estas generen agobio en los pequeños.
En caso de salir al exterior, por la cabeza pueden perder mucho calor, de modo que es aconsejable colocarles un gorro de lana y una bufanda si todavía es muy pequeño, cuando pesa menos de ocho kilos.
Con estos consejos ya sabes si tu bebé pasa frío y cómo actuar en esa situación. Recuerda vigilar constantemente su temperatura y optar siempre por prendas ligeras pero suficientes, para que se sienta cómodo en todo momento.
La crianza consciente es una forma de ser y conectar con tus hijos en el día a día. Es una filosofía de vida que invita a los padres a ser más intencionales, a escuchar y acompañar a sus hijos desde la empatía y la comprensión. En lugar de imponer normas de manera autoritaria, se busca guiar a los niños a través del ejemplo, la escucha activa y la validación de sus emociones.
Crear una rutina para bañar a tu bebé es una oportunidad para crear un vínculo emocional y sensorial que puede fortalecer vuestro vínculo afectivo.
