Un bebé recién nacido necesita cuidados intensivos. El mundo al que acaba de llegar es completamente nuevo para él, así que estará especialmente vulnerable ante agentes infecciosos. Y un foco que hay que controlar es el del biberón.
A medida que crezca, su sistema inmunológico se irá adaptando y reforzando, hasta el punto de que pasados unos meses ya no será necesario tomar medidas especiales de precaución (más allá de la limpieza habitual que deben ejercer los adultos). Mientras tanto, ¿qué se debe hacer? Te lo contamos.
Lo que vas a ver en esta entrada
Toggle1. Mejor prevenir
¿Has oído alguna vez eso de que no es más limpio el que más limpia sino el que menos ensucia? Pues se puede aplicar lo mismo en el caso de los biberones. Es recomendable optar por recipientes adecuados como el dosificador de leche para bebés, porque proporciona la cantidad justa y evita derrames accidentales que requerirán un proceso de higienización más exhaustivo. Además, están hechos con materiales que se limpian fácilmente.
Lo cierto es que el mercado ofrece productos altamente especializados. Más adelante comprobarás la utilidad de las tazas de aprendizaje, un elemento de transición entre el biberón y el vaso regular.
2. Escobillas limpiabiberón para una limpieza óptima
La escobilla limpia biberón se suele vender por kits de enseres que proporcionan una limpieza exhaustiva. La más larga servirá para el recipiente en sí mismo, y la más pequeña para la tetina.
Enjuaga para retirar los restos de líquido, pon jabón sobre la escobilla y frota las paredes del recipiente con ella. Luego haz lo mismo con la tetina, aclara ambas partes con agua y deja secar sobre un paño limpio. Cuando estén secos, no olvides almacenarlos adecuadamente.
3. Esterilizador, tu gran aliado
El esterilizador es un utensilio especialmente diseñado para la destrucción de gérmenes patógenos. Es el que más seguridad te generará, pues además suele ser versátil y fácil de usar: sirve para el biberón, la tetina y hasta cucharas y otras pieza sueltas.
Algunas marcas venden el esterilizador junto al calientabiberón y potitos, por lo que se trata de un conjunto muy útil que se puede llevar de un sitio a otro. Si estás en casa, entre 4 y 7 minutos serán suficientes para calentar, pero también lo puedes usar en el coche durante unos 7 a 10 minutos.
Con todo, la limpieza e higienización de productos no se hará cuesta arriba y te resultará muy sencilla de ejecutar. Así no te vencerán las prisas para ser lo suficientemente exhaustivo y te asegurarás de que tu bebé no tiene más exposición de la necesaria a los patógenos.