El embarazo es una etapa vital que se prolonga por nueve meses, que pueden ser más de 40 semanas. En ese largo periodo es habitual que aparezcan procesos de enfermedad como los resfriados, muy vinculados a los cambios de temperatura y el debilitamiento de las defensas. Te contamos con detalle qué es el resfriado de embarazadas.
Es relativamente común padecer un resfriado en los meses de gestación. Esto está muy vinculado a los cambios en el sistema inmunológico, que hacen que el organismo sea más susceptible ante algunas enfermedades.
Por suerte, el resfriado de embarazadas, así como la gripe, no generan ningún tipo de efecto nocivo al bebé. Solo habrá que cuidar los riesgos propios de estas afecciones: riesgo de deshidratación, sudoración excesiva, aumento de la gripe…
Los síntomas más habituales en estos constipados son dolor de garganta, aumento de la mucosidad, tos que comienza siendo seca hasta que llega la mucosidad, pérdida del apetito y fiebre. Para las embarazadas, la tos en el embarazo es más peligrosa porque al tensionar el área abdominal, el dolor puede ser más intenso.
El resfriado de embarazadas es más probable en los meses fríos, pues es una época en la que aumentan las probabilidades que contraer enfermedades respiratorias y catarros. El sistema inmunológico de la gestante está más enfocado en proteger al bebé, lo que hace que ganar en vulnerabilidad frente a virus, gérmenes y bacterias.
El inconveniente ante un problema leve de salud de este tipo en el embarazo es que la ingesta de medicamentos está más limitada. Antes de tomar cualquier fármaco es importante consultar con el médico o con el farmacéutico.
Algunos medicamentos interfieren en la gestación o en la lactancia, por lo que no hay que automedicarse, ni en el embarazo ni en ningún otro momento. Si el resfriado es común, una buena alternativa es acudir a remedios naturales, especialmente a aquellos que consiguen disminuir el nivel de irritación en la zona de la tráquea.
La ingesta de miel, las infusiones con plantas medicinales, los vahos calientes con tomillo o laurel, hacer gárgaras con agua con sal o manzanilla e hidratarse constantemente son buenas soluciones para enfrentar el problema.
El resfriado para embarazadas es una afección muy común que no reviste gravedad si se actúa de manera inteligente, asumiendo la prescripción médica y guardando reposo, sin enfrentarse a cambios bruscos de temperatura.
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