Trucos para dejar el chupete

El chupete es un objeto tranquilizador para el bebé, aporta seguridad y ayuda a calmar el llanto y facilitar el sueño. Incluso contribuye a reducir las opciones de muerte súbita del lactante. Sin embargo, si se usa por un tiempo excesivamente prolongado puede generar malformaciones en la mandíbula, infecciones en la boca y oído y hasta retraso en el habla, al impedir que el pequeño mueva la lengua de forma natural.

Si este objeto se mantiene de manera completa a partir de los dos años de vida, hay más riesgos de que se produzcan esos problemas citados. Por ello, te mostramos algunos trucos para dejar el chupete.

Retirada progresiva

A medida que el bebé va cumpliendo meses, va ganando en madurez. Para retirar el chupete, un buen consejo es convencerlo de que se está haciendo mayor y que ya no lo necesita constantemente. Se puede usar durante la siesta y el sueño nocturno e incluso retirárselo cuando está dormido.

Cambiar el chupete por otro objeto

Si consigues que tu bebé solo use el chupete para algunas acciones, como por ejemplo quedarse dormido, puedes ofrecerle una alternativa: un muñeco, otro objeto de apego… y convencerle de que no es necesario para conseguir su objetivo.

Evitar el uso del chupete como objeto de calma

Los primeros meses de vida es frecuente que el bebé tenga el chupete como ese objeto que le hace sentir calmado. Pero a medida que va creciendo y las rabietas atienden más a deseos personales que por necesidades fisiológicas específicas, no debes usar el chupete para esa función, no se lo ofrezcas.

Pasa tiempo con tu bebé para dormir

El momento más duro para dejar de usar el chupete es cuando toca dormir. Los bebés asocian este objeto con la calma, la tranquilidad. Por ello, cuando se retira hay que acompañarle, hacerle sentir cómodo, sin miedos, mostrarle cariño y afecto, que no se sienta solo.

Retirar el chupete de golpe

Esta técnica es efectiva, pero requiere su tiempo. Consiste en impedir que el bebé utilice el chupete de un día para otro, sin transición. Esto implica soportar sus rabietas y llantos, pero la contrapartida es premiar al pequeño con recompensas. También tocará hacer un trabajo de convencimiento importante, haciéndole ver que ya es un niño o niña mayor y no necesita este objeto.

Estos trucos para dejar el chupete son solo algunas de las prácticas para enfrentar una situación por la que van a pasar todos los niños pequeños. Toca tener paciencia en el núcleo familiar y colaborar para que el proceso sea lo más rápido posible.

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